Los últimos pétalos de una rosa negra
navegan por este turbio río
duelo de unos ojos cuarteados
de sangre y lágrimas.
Tus necias risotadas,entierran aun más
los deseos de no aborrecerte
va ganando el odio enfermizo
la carrera entre la frialdad y el silencio
Así como esta rosa deshecha,
lastima con sus espinas moribundas
mis dedos temblorosos sangran
como sangra mi pensamiento
Tu sonrisa tildada en tu rostro
mató una vez más, una inocencia
crédula y fatal.
Pero como esa rosa ahogada
se ahogarán tus falsedades
pudriéndose tu esencia
en el fondo de una espesa ciénaga.
CAROLINA
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