Fantasmas danzan una melodía atrapante
golpean su juicio con gran talento
comiendo poco a poco su razón reducida a nada
adueñándose de su cuerpo lacerado en el tiempo
Las flores se le antojan insectos devoradores
que de pronto atacan, debe matarlos
bofetadas al aire inocente que la ayuda a sobrevivir
no se da cuenta que para vivir así es mejor morir.
Droga salvadora, descomprime su congestionado cerebro
descansa su esquizofrenia execrable
sobre un lecho frio sin sábanas de seda perfumadas
no recuerda, nada sabe de quién sin apuñalarla la mató.
Él, que sació sus pasiones utilizando su inocencia
su bondad, un ciego amor fatal con ella acabó
cuando con palabras tajantes le guillotinaba el corazón
tragando mares de lágrimas que ahogaron su existir.
Rasguña paredes arranca sus cabellos finos elegantes
un tiempo atrás, ahora desgreñado, opaco
destroza sus vestiduras, perdición total de la razón
débil mujer se dejó vencer por un maldito gusano.
Tendria que haber aprendido de esa triste experiencia
y no agonizar su locura en un camino sin regreso
tendria que haber aprendido que el amor no es eterno
expira rápidamente cuando la pasión se marcha sin clemencia.
CAROLINA