Tu destino irremediable era éste,gozar de mi cuerpo con sufrimiento increíble
deseabas desgustar bellas carnes
llegaste al extasis increible del placer.
Pero el placer fué mio,
mientras gemias y gritabas, morías
anhelando renacer para volver a sangrar
entregado a mis fantasias oscuras.
Te regalé un pase al infierno
cuando las llamas nos consumian
mis uñas dibujaban senderos en tu espalda
te observé como morias, entre temblores y alaridos.
La batalla va terminando, bebi tus jugos
rasgué tu carne,estás ahí mirándome extasiado
extenuado y en silencio sepulcral
yo sólo te ofrecí, la eternidad inmortal.
CAROLINA
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