Hinoptizada por un fantasma,al que venero
parada en la cumbre montañosa de mis pensamientos
me obligo a callar,rasguñar hasta desangrar
mis propias pieles, mis propias carnes machucadas
Pregunto si se dejaría poseer por mí ahora
si olvidaría la frialdad que me consume
y que me empuja a beber su sangre,
la única que me ofrece el dulce sabor del vino
que me calma la sed de sus besos.
Me pregunto, si abriría sus venas
regándo las mías secas y arrugadas
en un rito ancestral que apure nuestras manos
ávidas de caricias, de recorrer esos labios
devoradores de bocas muertas
dientes en letargo,incrustados en el aire,
ansias de besos obscenos
¿Sentiría el fuego de antaño,
que encendía nuestras pieles, nuestras venas,
carcomiéndonos de deseo?
¿Se dará cuenta de que estoy poseída?
¿que me rindo ante la sombra del amor?
que no aguanto más este peso en mi espalda
quiero romper el hechizo y no puedo
Solo él sabe la fórmula,
¿vendrá a liberarme?
¿vendrá a saciarme?
CAROLINA
