Ojos penetrantes, sombríos
de magna hermosura
apasionados,por momentos dulces
mirada que desnuda mi alma,delatan, roen....
reflejaban tu alma sórdida y maldita.
Lo sé, debo marcharme,
mi corazón moribundo se agita,
como un pañuelo gritando adiós
no tengo que mirarte, no debo mirarte
fingen dolor y sorpresa tus ojos
Lloro y mi llanto se hunde en un abismo
voy a saltar caeré destrozandome aún mas
mis huesos rotos se clavarán en esta tierra humeda
que será mi próxima morada.
¡dolor! me has devorado la vida,
pero...¿porqué no recordar?
el dulce vino que bebí de lus labios,
tu voz en mis oídos extasiando mi existencia
si fuí víctima y esclava conciente
arrastrándome como fantasma hinoptizada
por tus besos y pasión.
y...el llanto se mezcla con risas
mientras tú me sigues mirando
tranquilo, sabes que ya has clavado la duda
mi mente se confunde
¡Ven! ven aquí sientate a mi lado,
tu voz imperiosa retumba en mis oídos
las llagas que me carcomen se cierran
mutando del duelo a la fiesta
¡me odio!me envuelves nuevamente
con esa sonrisa voluptuosa
ojos burlones,destilando deseo
Mis morados pies no me responden
tu mano en mi cintura,
me acercan hacia tí bruscamente
ya perdí mi voluntad,
me alzas, como se levanta una pluma del piso
mi cabeza se hunde en tu pecho
sedienta de embriaguez,
tus fuertes brazos estrechan mi cuerpo...
¡me enloqueces!
el lecho se estremece,mis sentidos enajenados
manejados sabiamente por tí.
Estoy condenada,predestinada
a seguir martirizándome,siguiendo a tu lado,
regalándote ramilletes de perdón.
Carolina