No se olvidan las sensaciones únicas, esas que nos han acariciado el alma, momentos que parecian enterrados y lacrados en el oscuro baul de la furia de un corazón herido.
No se olvida la promesa hecha en sangre de no recordar nunca más el lugar y el tiempo de la pesadumbre cuando al abrir los ojos darse cuenta que el universo quedó a oscuras, sin vida y sin amor...
Y...no se olvida a quien marcharía una noche tomentosa, efimera.
Hoy te ví, y descubrí que tampoco a tí te olvidé, que felicidad saber que puedes decir igual que yo, que...
¡No se olvida!
Caro.alas azules