MADRE. Vives en mí, pues vive tu alma
no esta en la inexorable suplica y dolor,
no esta en mi llanto, ni en mi diario clamor,
tampoco en la tumba solitaria y en calma.
Y aun siendo tu partida el más duro karma,
trato de dar explicación lógica a tu ausencia;
y comprendo que aun cuento con tu presencia,
y como consuelo a mi corazón opaco y yerto
hoy confirmo MADRE que no has muerto
tu alma vive en la mía, con su amor y conciencia
Aun me quema tu ultimo beso que toco mi frente,
aun mi piel tiembla ante sin igual dulzura
recordando de ti tan mágica y santa ternura
pues nunca jamás sentiré amor más puro y latente.
Ante la inocultable verdad soy consecuente
de que tu cuerpo ya no esta ¡que duro castigo!
pero que tu amor puro e infinito esta conmigo
esta en cada frase, en cada gesto, en cada beso,
en cada oración que ofreciste a Dios como un rezo;
¡Gracias Madre, es tu devoción lo único que persigo!
Autor: HERNAN GABRIEL (HERGARO)
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