y la tuya...
¡No quiero un dulce y tibio niño!
que acaricie mis carnes tímidamente
regalando besos copiados,
¡quiero un hombre!
que haga temblar mi esencia con solo rozarme
su aliento sea llama que queme mis labios
me muerda y recorra mi cuerpo
desde mis ojos a los pies.
Ese ser que trague mis fluidos
saboreándome como una manzana carmín
se entregue a mis deseos sin pudor
dándome en la boca
lo que más adora de su viril presencia.
¿Eres tú preciosa criatura?
mis columnas se han abierto
las montañas se han erguido
la profundidad de mi universo humedece el aire
aguardando el momento de la posesión
¡No me hables! susúrrame palabras excitantes
saborea mis nalgas,explórame, tantéame
haz de mi un juguete erótico
Prepárame para el instante final
que mi corazón intente escaparse por mi boca
y el aire se detenga en el momento
de una consumación esperada con placer.
CAROLINA
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