Como una rosa silenciosa y peligrosa
mi boca se adueña de tu carne deliciosa
entre mares y estrellas va navegando
lentamente, llameante codiciosa.
Mis manos buscan la ruta
de la excitación premeditada y pensada
bailando melodias sensuales
suben y bajan despertando la serpiente dormida.
Labios llegan a enamorarse
de la erguidez de la imponente víbora
besan y lamen con fervor letal
deseando mojar la rosa sedienta y dichosa
La serpiente atraída por la humedad
de una cueva caliente deseosa
se entierra en un camino oscuro
exótico mojado que se abre más y más...
Tus besos ardientes, entre gemidos
y palabras entrecortadas
dicen del gozo que bañan a dos seres
que suben y bajan en un ir y venir de placer.
Se desborda un rio eterno y febril
golpes de calor irrespirable,
serpiente despidiendo el dulce veneno
que bebe el pozo lleno de gozo.
CAROLINA