Hiel que duermes en la boca te abrazas al nudo en la garganta
todo se cierra, todo oscurece, en un venir huracanado
del cielo negro apoyado en la espalda ya vencida y quebrada
inútiles deseos de escapar de un deber que llegó de antemano.
Las sombras se adueñaron de las luces y el placer
todo un engaño, dolor, incertidumbre de no saber
el camino correcto,sin zigzag que golpee una vez mas sus rodillas
lastimadas y silenciosas en las caídas con cada desengaño.
Manos que se cierran , uñas que se quiebran de impotencia
al no poder con un grito romper el silencio,secan lágrimas imprudentes
que temerosas se escapan de esos ojos tristes y lejanos
panorama gris donde el color tendría que tornarse rosa, pero es en vano.
Ni una fria luz de esperanza rodea el lugar
¿cuál sería la solución de este laberinto? esperar...
¿esperar qué? otro cachetazo de esta vida cruel, mal repartida
o hacer un pacto de maldad, que más dá.
CAROLINA


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