lágrimas caen por mi rostro
como agua salada de manantial
y mis labios sin deseos deben saborear...
Mirando a lo lejos mi alma suspira
sintiéndose ahogar
sufrimiento carnal y espiritual
mi interior llora y llora sin parar.
Contemplando bellezas de la naturaleza,
la tristeza ataja el placer
la paz,el aroma del agua y la rubia arena
mezcla lastimosa entre el odio y el amor.
Mirando el Cielo, hablando con Dios
preguntando ¿dónde estás pedazo de mi sangre,
parte de mi vida?,arrancada por el destino cruel
tus ojos me miran llorosos a traves de las olas.
Sólo queda tu imgen de cristal
ni tu sonrisa,ni tu esplendor,
solo tu alma clavada en mí como una maldita herida
trayendo tu recuerdo vivo, aunque ya no estás.
Abandonaste este cruel mundo de agonias
tu vida se desgranó como esta arena entre mis dedos
nos dejaste ramilletes de tristezas
y recuerdos de tiempos pasados en este lugar.
Cual última página de un libro diario,
desearía internarme en este mar bravío
para encontrar tus ojos hermano mío,
y entre las olas el abrazo tan deseado.
CAROLINA
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